Guillermo Enrique Hudson (naturalista argentino) nos demuestra con un experimento sencillo todo su amor por la naturaleza y la ciencia.
…
“El
siguiente relato ha de demostrar qué poco recelan del
hombre las vizcachas. Hace pocos años salí a cazarlas por tres noches
consecutivas. Trabajé en un círculo y siempre regresando a las mismas
madrigueras, no habiéndome alejado nunca a más de cuatro o cinco minutos de
marcha desde mi hogar. Durante esas tres noches maté
unas sesenta vizcachas, y probablemente otras tantas escaparan malamente
heridas a su madriguera, pues son duras para ser muertas, aunque
malheridas, si están sentadas cerca de su cueva, es casi seguro que escapan.
Más a la tercera noche no las hallé más ariscas, y exterminé tantas como la
primera noche. Tras esto, suspendí, disgustado, mi
persecución; no era un deporte que me agradase y exterminarlas o
asustarías con una escopeta parecía tarea imposible*”.
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* “Un Naturalista En El Plata”. Guillermo
Enrique Hudson,
1892
Un ser sensible y pensante. Lo que se dice, un pedagogo de la naturaleza ...
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